¿Por qué somos felices?
La sociedad actual nos lleva a los jóvenes a fijarnos demasiado en nuestro físico, capacidades intelectuales, productivas y sociales. Eso nos conduce a vivir solo de la apariencia y a mostrar a los demás una imagen de nosotros mismos que no es real. En el fondo lo que ocurre es que no nos conocemos y nos da miedo quedarnos con nosotros mismos y acoger nuestro verdadero “yo”. Esto nos produce un vacío existencial que intentamos llenar con diversidad de experiencias aparentemente extraordinarias pero que en realidad ofrecen solo una felicidad efímera.
En nuestro caso lo que nos pasó fue que en esa búsqueda del sentido de la vida conocimos a esta comunidad de Hermanas Clarisas. Aquí fue donde encontramos aquello que anhelábamos tener: “la verdadera felicidad”. ¿Y en qué concretamente encontramos esa felicidad? Pues precisamente en todas aquellas cosas del día a día que normalmente pasan desapercibidas.
Por ejemplo, en los pequeños detalles de las Hermanas que nos hacen ver que el amor no se basa en la apariencia, sino en nuestro ser como personas; la paciencia y el respeto hacia nuestro proceso de crecimiento humano y espiritual, ya que se nos ofrecen las herramientas para llevarlo a cabo; y, además vivimos con la conciencia de que en nuestra vida oculta llegamos a todo el mundo a través de la oración.
En resumen, lo que realmente nos hace vibrar y vivir con plenitud cada instante de nuestras vidas es la persona de Jesús.
Si has sentido la llamada en tu interior y quieres ser tan feliz como nosotras, no lo dudes.
Te recibiremos con los brazos abiertos
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